Según datos del Ministerio de Sanidad (2008), se realizan en España cerca de 30 millones de visitas en los servicios de urgencias al año. Probablemente estos servicios, junto con las unidades de intensivos y las áreas quirúrgicas, son las área asistenciales hospitalarias donde existen mayores riesgos de seguridad clínica. El Estudio de Eventos Adversos en Urgencias (EVADUR)5 marca un antes y un después en el conocimiento de la seguridad del paciente en urgencias: un estudio descriptivo, prospectivo y multicéntrico entre 21 hospitales practicado durante 24 horas en 7 días aleatorios, con un seguimiento del paciente posterior, que detecta, tras analizar 3854 pacientes, que al menos un 12% de los pacientes visitados sufren algún tipo de incidente, de los que el 54,8% se acompañan de daño al paciente. El estudio EVADUR lleva incluso a cuantificar una mortalidad directamente relacionada por el EA del 0,05% de la población estudiada, cifra, sin embargo, inferior a la detectada en otros estudios internacionales.
A destacar que un porcentaje importante de los EA generados en Urgencias aparecen o son detectados posteriormente al alta (43%) (eventos adversos tardíos), fenómeno que es obviado en otros estudios en los que las tasas de incidencias son inferiores. Si tenemos en cuenta que alrededor del 80-90% de los pacientes visitados en los SU son dados de alta, la posibilidad que el EA sea detectado y tratado en otro nivel asistencial es elevada.
Uno de los aspectos más importante del estudio fue la valoración de los factores causales: al menos el 80% de los sucesos adversos se pueden agrupar en tres grandes bloques: formación, medicación y comunicación. Tal como se argumenta en dicho estudio, las estrategias para mejorar la seguridad del paciente en los Servicios de Urgencias deberían ser dirigidas, sin dudas, hacia estos bloques temáticos.
Tanto la valoración de la prevención o evitabilidad (situada alrededor del 70% de los casos) como el grado de evidencia de fallo de actuación (evidenciada en más del 50% de los incidentes detectados), permiten deducir que existe una elevada capacidad de prevención de sucesos adversos de consecuencias graves que se puede obtener si se realizan acciones correctoras en los SU dirigidas hacia los factores causales y condiciones latentes detectadas. Un dato de interés que demuestra la infranotificación de los problemas de seguridad, es que tan solo un 17% de los incidentes y/o eventos adversos se hicieron constar en la historia clínica o fueron comunicados.
CAUSAS Frecuencia (%)
Manejo inadecuado del paciente 17,43
Retraso en el diagnóstico 14,85
Reacción adversa a la medicación (RAM) 13,47
Manejo inadecuado de la técnica 13,27
Error en el diagnóstico 9,31
Omisión de dosis o medicación 8,91
Comunicación médico-paciente 7,92
Inadecuado manejo de signos de alerta 5,74
Comunicación médico-enfermera 5,35
Mantenimiento inadecuado de catéteres 4,95
Dosis incorrecta 4,75
Retraso en la consulta especializada 4,55
Comunicación enfermera-paciente 4,16
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